No paro de pensarlo. Te has marchado, bueno, realmente te marchaste hace bastante tiempo. Decidiste poner punto y final, a algo que yo veía eterno. Puede que te marcharas, pero aún te tengo encerrado en mi corazón, y dudo que salgas tan facilmente. Fuiste la chispa que me hizo sonreir. A tu lado me sentia diferente, protegida, única. Desde que te marchaste, no existe risa, ni nada que me haga sonreir como lo hacias tu. Eras mi gramito de coca, mi dosis diaria de felicidad. Eras mi suelo, y mi tejado. Eras mi otra mitad, mi niño. Eras lo mejor que tenía. Y ahora estás tan lejos....

" Nunca dejes que una persona sea tu todo, porque cuando se marche, te dejará sin nada. "